Los trabajadores sociales garantizan el derecho a la educación de los alumnos. Son mediadores entre la escuela y la familia ocupándose (en el ámbito escolar) de la atención, orientación y acompañamiento de niños, niñas, adolescentes, jóvenes y adultos, a fin de contribuir a la inclusión educativa y social a través del aprendizaje.
El terreno educativo, donde se promocionan los derechos de niños y jóvenes, es uno de los ámbitos por excelencia donde desarrolla su tarea ocupando el rol de orientador social.
Dicho rol, es de gran importancia pero a veces desconocido por el conjunto de la población. Su papel es vital en situaciones de vulnerabilidad de los alumnos. En lugares donde el trabajo infantil está a la orden del día rol orientador el trabajo social cobra mucha importancia.
Un paso importante será el abordar con las familias la situación del alumno para reinsertarlo en la escuela, ya que el cansancio propio de ayudar en tareas domésticas, el campo o al cuidado de sus hermanos mayores, les impide concentrarse, atender o estudiar y hasta provocan su ausencia en la escuela. Los orientadores sociales saben que una situación se expresa en la escuela pero tal vez se origina en ámbitos ajenos a ella.
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